En la gastronomía, el ojo también come: la silla 107 es especialmente adecuada para amueblar restaurantes y cafés porque representa una combinación acertada de elegancia, solidez y ligereza. Con su lenguaje de diseño simple, también se puede usar bien en la mesa de comedor privada. Con la silla 107, Robert Stadler se basa en la exitosa tradición de cafés y bistró de los muebles Thonet. El resultado es una silla de madera que se puede producir casi en su totalidad a máquina y es elegante, cómoda, fácil de cuidar y robusta al mismo tiempo. La característica distintiva de la silla es el respaldo fragmentado, que es tanto un elemento constructivo como de diseño.